Análisis de Roadcraft en PS5

¿Siempre quisisteis ser peón de obra, hacer carreteras o recoger escombros, pero vuestros padres eran ricos y os pagaron la universidad? Pues tranquilos ¡Roadcraft es vuestro juego! El simulador de empresa de reconstrucción de desastres desarrollado por Saber Interactive ya está aquí para todas las consolas de nueva generación y llega para hacerse un hueco en el nicho de juegos de “imagina ser” pero para machotes. Coge tu casco y chaleco de obra, el mando de tu consola de elección y continúa leyendo.

Así no se hace la argamasa

Sois el capataz de obra de una empresa de reconstrucción de desastres naturales y os han encargado varios trabajitos en distintos países y de que estos se hagan bien dependerá el futuro de la empresa. Guiados en todo momento por una chica guapa que os habla por la radio (porque todo el mundo sabe que la secretaria ha de ser guapa) iréis haciendo misiones principales y secundarias a lo largo de 10 mapas para ocupar vuestro tiempo libre haciendo obritas. ¡El sueño de todo jubilado!

Mira cómo coge la carretilla

Tranquilos queridos gamers, no vais a llenar vuestras manos de callos más allá de los pulgares y los dedos del gatillo, lo de levantar carretillas, coger sacos de arena y tirar paredes queda para otros. Vosotros os subiréis en todo tipo de maquinaria pesada (recordad, nada de alcohol ni medicamentos) para realizar los trabajos de reconstrucción de los pueblitos y ciudades de Roadcraft.

Empezaremos visitando la obra en nuestro todo terreno (TERRENEITOR!!) y esto ya nos introducirá en el tipo de simulación a la que nos enfrentamos. Para empezar, amigos, el freno de mano se va a usar para algo que no es derrapar. Tendremos que tener en cuenta la tracción a las cuatro ruedas, el bloqueo de diferencia y por supuesto la marcha baja para salir del barro. Aunque tranquilos, llamar a la grúa para que os saque del barro en Roadcraft sale gratis (casi).

Cuando ya por fin sepamos lo que tenemos que hacer sobre el terreno se nos darán las llaves de nuestra primera máquina, el dozer (bulldozer para los boomers) y con el empezaremos a mover obstáculos y despejar carreteras. Cuando tengamos todo despejado, es hora de sacar el mapa y planear las rutas de suministro, pero ojo, aseguraos de que el camino es practicable porque no queremos un camión lleno de vigas enterrado en el barro.

Ese muro está torcío

Y básicamente eso es todo lo que tendréis que hacer, en Roadcraft. Coger una máquina, ir a un sitio y hacer cosas. ¿Y bien qué tipo de cosas? Pues todas las que se os ocurran que se hacen en una reconstrucción. Empezando por lo básico, limpieza de carreteras, adecuación de estas, asfaltado, aplanado…

Además, también tendremos que reparar y reconectar los suministros de las ciudades, bien para poder realizar nuestro trabajo como para que la gente pueda volver a sus casas. Esto incluye recablear centrales eléctricas, reparar tuberías de gas, reconstruir puentes y carreteras, etc.

Según avancemos de mapa en Roadcraft y adquiramos más experiencia, iremos desbloqueando nuevas máquinas. Algunas se nos darán gratis en sus versiones oxidadas y menos funcionales, y las buenas deberemos comprarlas con el dinero que hemos ido ganando cumpliendo objetivos. Casi siempre se nos dirá que hacer, pero habrá momentos que no sepas lo que necesitas y te veas un poco bloqueado en el progreso. Ay amigos, esto es simulación, si eres un cerebrito no es tu sitio, ¡aquí tienes que saber de máquinas de guerra obra!

Para todo ello, en Roadcraft dispondremos de la friolera de 40 vehículos que podremos comprar y desbloquear, eso sin contar con los que llegarán con los futuros DLCs. Os gustaba coleccionar grúas cuando erais chiquillos? ¡Pues ahora vais a volver a disfrutar como entonces!

En mis tiempos llevábamos las vigas en brazos

Pero como manejamos la grúa, ¿Hulio? Pues a ver, muy fácil, la parte de la conducción nos la sabemos todos, gatillos para acelerar y frenar y los analógicos para girar y controlar la cámara, hasta ahí todo bien. Luego ya metidos en materia obrera, pues cada máquina tendrá sus controles, más o menos parecidos, pero a los que tendremos que acostumbrarnos.

Disponemos de tres configuraciones posibles siendo la de por defecto con la que mejor me he defendido. Pero ojo, que si tenéis volante, y supongo que sets de simulación con palancas y tal, pues podréis manejar la grúa de mejor manera ya que se puede hacer uso de pedales y configuraciones personalizadas de cada botón. Yo no he conectado el G29 para probar, con el mando me ha sido suficiente.

Eso sí, debo decir, que si bien la simulación de físicas para el tema de carreteras, barros y tal me ha parecido muy seria, el control de las ruedas con el analógico es horrible. Es SUPER sensible y a la nada que lo mueves estas haciendo eses y te va a parar la guardia civil para hacerte un control. Es raro que acabes subido a algún obstáculo insalvable, pero la experiencia se ve mermada por la frustración de sentirte conduciendo un patinete sobre hielo.

La parte de la gruación ha sido bastante más agradable, aunque algunas veces si queríamos que fuera más dinámico y hacer varias cosas a la vez como bajar a la vez que alargábamos la jirafa, había que tomar posturas poco ergonómicas para los dedos. Como os digo, uno de los modos (el clásico) hace que los controles sean más fáciles a cambio de no permitirnos mover la grúa a la vez, cosa que muchas veces nos interesará hacerlo para que no se haga tedioso.

Mira al capataz, ya está echando la siesta

Pues aquí no, chavales, en Roadcraft no. Tendremos que hacer prácticamente todo el trabajo solos, y al no haber podido jugar online para que cada persona se encargase de una tarea, se vuelve bastante engorroso el arreglar una carretera cuando tienes que primero llevar la arena, luego el dozer, luego la asfaltadora… Y claro todo esto dejando la anterior aparcada para luego volver a empezar en otro punto.

Si a eso le sumamos que coger recursos, depende de para que, te hace tener que volverte a la base “a patita” (o sea, con la grúa, pero a 20 por hora), pues ir a la Conchinchina para arreglar una carretera para hacer una misión secundaria hace que te plantees tu vida y que quieres hacer con tu tiempo libre.

Por queridos, Roadcraft es un juego, lento. MUY lento. Las cosas suceden despacio como en palacio. Ir de un lado a otro haciendo misiones es coger un vehículo, intentar no estamparte o quedarte atrapado en el barro hacer algo, volver, ir a otro sitio, recoger residuos, volver, ir a otro sitio, repara una cosa, volver. Si los MMORPG os padecen tediosos, es porque no habéis jugado a hacer carreteras.

Esto no es malo si te gusta, esta claro. Es un juego ideal para pasar el rato, el mucho rato, mientras haces otras cosas como ver una serie o una película de esas que no necesitan mucha atención. También si te apasiona el mundo, quizás este 100% centrado oyendo el sonido de los motores diésel y los pistones hidráulicos, quien sabe, gente hay para todo. Mi caso ha sido el de ver Eurovisión (tongo) mientras prensaba asfalto y colocaba tuberías nuevas.

¿Pero que manera de coger la pala es esa?

Toca hablar del apartado gráfico de Roadcraft, la parte de la que diría que tengo pocas pegas y sin embargo muchas alabanzas. Desde luego que cuando hablas de simuladores, siempre sabes que el centro a simular estará bien desarrollado, definido y lleno de detalles, y efectivamente así es, toda la maquinaria se ve de lujo y casi podrías ver todas los remaches y tornillos si no fuera porque el zoom no lo permite y no hay modo foto.

Sin embargo, hablar del mismo detalle en los escenarios no es tan habitual, y quizás puesto que el motivo del juego es el de restaurar ciudades arrasadas por fenómenos naturales se hayan esperado tanto en ello, pero es que la cantidad de añadidos que hay en cada mapa es alucinante. Pasando por carritos abandonados en una ciudad, coches rotos, vallas de todo tipo, y por supuesto arboles caídos, rotos, ramas, hojas, charcos a tutiplén. Es alucinante, la verdad.

Es cierto que no cuenta con las últimas tecnologías de raytracing para reflejos en el lodo, etc. pero es algo que, si no lo buscas, no te das cuenta. Sientes que estas en esa ciudad pasada por un huracán o terremoto. Incluidos los efectos atmosféricos de lluvia o viento los sientes en tu piel de metal. Es cierto que en la vista en primera persona la lluvia no es excelente, pero desde fuera te cala la humedad en los huesos.

El punto negativo se lo pongo a la personalización del obrero que es nula. Tendremos a un señor con barba y casco montado en cualquier maquinaria que usemos, siempre el mismo. Sin posibilidad de personalizarlo o cambiarle el sexo, una de las opciones que es quitar al moñeco de tu vista es la mejor que podrían haber añadido. Yo no me podre identificar con un señor, pero con una pluma Newton & Steig 260 ya te digo yo que sí, que por algo soy helicóptero apache de combate.

En cuanto al apartado sonoro, sé que Roadcraft tiene música, pero la verdad que ni recuerdo que suena o si suena más allá de los menús. Con el sonido de excavadoras, asfalto rompiéndose o tuberías cayendo me sirve y me basta. Yo quiero meterle revoluciones a mi MTK Proseka 200 y oler el diésel quemado salir por los tubos de escape, no quiero más “música” en mis sentidos.

Si yo estuviese ahí, ya habrían terminado

Y como buen abuelo mira obras, mi trabajo aquí ha terminado, que toca ir a tomarse el chato de vino y echarse unos dominós. Así que espero haberos ayudado a entender de que va Roadcraft y para que publico va dirigido, pero por si acaso os hago un pequeño resumen a continuación.

Roadcraft es un juego muy de nicho que solo unos pocos disfrutarán plenamente. Dirigido a un público seguramente mayor, a punto de la jubilación o pasados los 40, y que en su juventud jugaban con las grúas del Tente o la colección maravillosa de Joal de los años 80, hará de ellos los niños adultos más felices que existen.

Si bien esta abierto a todo el mundo, Roadcraft no es un juego fácil de jugar puesto que esta bastante parco de tutoriales útiles de como se hacen las cosas en el mundo de las obras. Y aunque hay mujeres ahí fuera que nos gusta o gustaría estar en un bicho de 800 toneladas moviendo contenedores en un puerto, hay que reconocer que no han pensado en nosotras a la hora de desarrollarlo. No porque no pueda pintar mis grúas de rosita, que si puedo, si no por lo del tema de el señor capataz no personalizable.

Estamos en 2025, solo te pido un selector de género, 4 o 5 modelos de piel y pelo distintos y ya está. O sea, literal tardas 1 día en hacer eso, Mayus + F5 y Unreal te lo pone… Pero entonces el juego sería rechazado por esos jugadores de nicho que se ven obligados a elegir y no le pones un macho alfa por defecto, y claro, ahora ¿cómo le hacen el amor a su grúa si su grúa puede ser no ser hetero y preferir una señora a sus mandos? ¡A ver!

Para todo lo demás Roadcraft es un juego entretenido, roba horas, donde estar una tarde solo en un mapa es lo más normal y por tanto completar sus 10 mapas que vienen por defecto en el juego base os podrá tomar fácilmente unas 40 horas o más si queréis completar todos los objetivos secundarios y comprar todas las maquinitas. Muchas más si queréis dejar las ciudades como los chorros del oro aunque vuestra empresa no vea ni un duro más.

Roadcraft de Saber Interactive está disponible desde hoy mismo en PlayStation5, Series S/X y PC Steam/Epic por menos de 40€. Así que ya sabéis es hora de salvar al mundo de la destrucción conduciendo vuestro 4X4 y reparando la catástrofe que el planeta ha causado en nuestra sociedad.

Roadcraft

7.3 ¡Mola mucho!

El juego que todo universitario deseó y que no pudo conseguir porque eligió estudiar está aquí para hacer sus sueños realidad. Un buen simulador, un poco lento, pero ideal para pasar el rato laaaaargo.

Lo mejor

1. 40 modelos distintos de maquinaria
2. Simulación bien conseguida

Lo peor

1. No poder automatizar más tareas
2. La lentitud de recorrer un mapa enorme

• Historia 5
• Jugabilidad 6
• Apartado artístico 9
• Apartado sonoro 9